domingo, 3 de febrero de 2008

Nuevo impulso a la ley que promueve el doble apellido en recién nacidos

La presidenta de la Nación, Cristina Fernández, convocó al Congreso a sesiones extraordinarias del 4 al 29 de febrero, mediante el decreto 174, y pidió el tratamiento de once temas. Uno de ellos es la Ley del Nombre que modifica la ley 28.248, que regula los nombres de los argentinos. De ser sancionada, los recién nacidos deberán, en forma obligatoria, ser inscriptos con doble apellido. Los bebés reconocidos por ambos padres llevarán el apellido de su papá y el de su mamá; si el padre no los reconoce, los dos de la madre.

Además, dejaría de ser obligatorio que las mujeres casadas adopten el apellido del marido anteponiendo la preposición "de". Será una elección de la pareja; además, podrán elegir tener el apellido de su esposa, con o sin la preposición "de"."Cuando sea ley y todos los recién nacidos deban ser inscriptos con los dos apellidos-el del padre y el de la madre (en ese orden); o los dos de la madre-, nos ocuparemos de armar una ley de amnistía para que la gente pueda hacer un trámite simple en el Registro Civil y unificar los apellidos del resto de sus hijos", adelantó el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Aníbal Fernández.

Si bien el proyecto de Ley del Nombre lleva su firma, Fernández precisó a Clarín que esta iniciativa es prácticamente una copia de la que ingresó en el Congreso en 2006, sin éxito. Y que su creación responde al trabajo de los directores de los 24 Registros Civiles de todo el país. "Ellos son los que conocen el tema por experiencia", indicó el ministro.Las madres solas que llevaran un solo apellido, deberán tramitar la incorporación del apellido materno a su nombre; de ese modo podrán anotar a su hijo con sus dos apellidos. De lo contrario, deberán inscribirlo con su único apellido, dos veces (por ejemplo, Sánchez Sánchez).

El objetivo del proyecto es defender "la singularidad y la identidad de los recién nacidos", afirmó Fernández, así como darles más aire a los padres a la hora de elegir cómo quieren que se llamen sus hijos. Salvo nombres ridiculizantes o cuya fonética y grafía sean muy complejos, los hijos podrán llevar el nombre que los padres deseen.No habrá un listado de nombres "ridiculizantes". "Eso estará a cargo de los funcionarios del Registro Civil.

La idea es inhibir los nombres que sean malas palabras; o que les pongan nombres como el de aquel juego que estaba de moda, Tamagotchi, o como 'Dosporuno'. Nuestra prioridad es defender y proteger los derechos de los recién nacidos", puntualizó Fernández.El proyecto también admite el mismo primer nombre para los hermanos. Así podrán llamarse, por ejemplo, María Julia y María Rosa; o Juan José y Juan Carlos.

Se propone además una simplificación para inscribir al recién nacido: su documento más importante no será la partida de nacimiento sino un documento llamado F1, donde el médico dará fe de que el bebé es hijo de esa mujer a la que acaba de atender. Ese documento no será entregado al padre sino directamente al Registro Civil. Los padres tendrán 40 días para anotarlo pero, de no hacerlo, el Registro Civil lo hará de oficio, "con lo cual no habrá más chicos sin estar inscriptos", subrayó Fernández.

Clarin.com