viernes, 19 de octubre de 2007

Madres solteras pueden construir familias mejor integradas, afirma especialista

Asegura Julia Chávez Carapia, investigadora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM que decidió ser madre sin tener pareja, tiene máximo dos hijos; sin embargo, cuando se trata de una divorciada o viuda, puede tener tres o cuatro.




México, DF.– Los hogares constituidos por madres solteras pueden integrarse y convivir, en muchos casos, de mejor manera que las familias compuestas por padre, madre e hijos, señaló Julia Chávez Carapia, investigadora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.




La especialista detalló que este fenómeno se da en todos los estratos, pero sobre todo en las clases baja y media; en esta última, por lo general, las mujeres deciden tener hijos sin casarse y de manera sui generis.




Destacó que según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en el año 2000 el 20.6 por ciento de los hogares estaban constituidos por jefas de familia, y en 2005 fue de 23.1 por ciento.




En este sentido, el Distrito Federal está por arriba de la media nacional, pues a principios de este siglo registraba 25.8 por ciento de mujeres al frente de una casa, y cinco años después alcanzó el 28.9 por ciento, precisó.




Informó que en la mayoría de los casos, estos núcleos se integran de la madre con los hijos, a la que se agrega la familia extensa, donde otro pariente vive con ellos, como los abuelos o la hermana de la jefa de familia.

De este modo, puntualizó que la mujer que decidió ser madre sin tener una pareja, tiene máximo dos hijos; sin embargo, cuando se trata de una divorciada o viuda, puede tener tres o cuatro.




Empero, las de niveles socioeconómicos bajos que se involucran en una relación de la cual nace un hijo y se separan de su cónyuge, por lo regular repiten ese patrón de conducta hasta tener cuatro o cinco hijos de diferentes padres, agregó.

Por otra parte, indicó, una mujer se puede embarazar desde edades tempranas por falta de orientación sexual, lo que ocasiona más gestaciones no deseadas, un fenómeno que se ha incrementado de manera importante en el país.

“En México no se ha logrado tener equidad social, ya que existen prejuicios y situaciones culturales y tradicionales, donde se ejerce la discriminación y se propicia la desigualdad”, apuntó.




Aún cuando se trate de una madre soltera profesionista y con un proyecto de vida, se enfrentará con la marginación por parte de la sociedad, que no termina por aceptar a ese sector, denunció.

Con respecto al impacto social hacia este grupo femenino, aclaró que de forma pública se debe entender que estas madres tienen derecho a vivir con libertad y sin prejuicios, así como a buscar los mecanismos para respetarlas como individuos sin olvidar sus derechos humanos, y que están en igualdad de circunstancias que cualquier otra persona.

Es innegable, reconoció, que tienen mayores problemas de carácter económico y social, pero de la forma como se asimile que todos somos seres iguales, con los mismos derechos y capacidades, se podrá mejorar la perspectiva hacia esta condición en la vida cotidiana.




Según Chávez Carapia, sólo el Distrito Federal cuenta con un sistema de apoyo económico para las madres solteras, el cual es distribuido con el requisito de que pertenezcan a un estrato social bajo.

Refirió que el número de divorcios, al igual que el de hombres que abandonan el hogar, se ha incrementado notablemente, y casi el 25 por ciento de los hogares con una mujer al frente de la familia ha recurrido a esta organización por estas causas, no porque la mujer haya decidido ese proyecto de vida, concluyó.




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