jueves, 18 de octubre de 2007

ROL DEL MÉDICO ANTE UN EMBARAZO Y PARTO SIN PAREJA

Hoy en día cada vez más la decisión de tener un hijo es enfrentada por mujeres que elijen no tener la compañía de un hombre, por diferentes motivos.
Por un lado, la ciencia ha logrado independizar la reproducción, de la sexualidad. Por otro la vida diaria, o la fatalidad separa parejas durante la gestación y/o el parto.
En estos casos las pacientes tienen como primer sustento emocional a sus familias, y en segundo lugar al equipo médico.
Por ello es muy importante una buena delación médico paciente. Esta debe basarse en lo que se denomina las "tres C": Comunicación, Comprensión y Confianza. (Dr. Francisco Maglio)

La relación se basa también en el derecho del paciente a conocer la realidad de su situación, por lo cual el médico tiene el deber de decirle la verdad.
Desde el frío guardapolvo blanco, distante y aséptico, hasta la cercanía excesiva que confunde los roles, existe una actitud que hace posible el respeto y la dignidad en la relación médico-paciente: la empatía. Esta no consiste en "querer" al otro, ya que no estamos obligados a ello. Pero sí ponerse en su lugar, sentir con su piel, ver con sus ojos. Por eso los obstetras, tenemos la suerte, que gracias a nuestra especialidad, estamos con pacientes que por lo general no están enfermos, sino embarazados, y podemos acompañarlas durante este hermoso proceso natural, que es el embarazo y el parto.
“Hay que estar con el enfermo, sin ser el enfermo" (Unamuno).

A veces se plantean ciertas discrepancias entre lo que hace un paciente y lo que piensa el médico desde el punto de vista moral. Esta actitud no tiene ningún fundamento en las ciencias de la salud, cuyo objetivo es prevenir y curar las enfermedades, y no juzgar actitudes morales. El paciente vale y debe ser valorado por lo que es, una persona, un sujeto, y no por lo que hace.
El cuidar al paciente como misión, ¿es una actuación paternalista? Parece más bien una de las manifestaciones propias de la actividad clínica en la que "no es posible tratar de forma abstracta sino concreta e individual, el tratamiento de una enfermedad puede ser enteramente impersonal; el cuidado de un paciente debe ser completamente personal".
La tarea de todo profesional de la salud es confortar al paciente, acompañarlo y ayudarlo en la búsqueda del significado de su sufrimiento. Cuando se le da significado al sufrimiento, este desaparece, y sólo queda el dolor físico. Así como el sufrimiento del parto, que cuando se escucha el llanto del bebé se disipa inmediatamente, aunque siga doliendo.
Siempre se dijo que el dolor del parto es el más intenso que uno se pueda imaginar, pero el que más rápido se olvida.


Dr. Guillermo Poli: guillermopoli@criocenter.com