viernes, 7 de marzo de 2008

Día de la mujer: no estamos solas


Mañana 8 de marzo se celebra el día Internacional de la mujer, aunque a algunas personas no les parezca que las históricas y actuales condiciones de desigualdad de las mujeres sean motivo de celebración. En ese caso, podríamos hablar de una "conmemoración", aunque personalmente creo en la diversidad de perspectivas sobre la materia, y en ese caso podríamos también celebrar la historia de la lucha social de las mujeres y sus conquistas, pensando por cierto que es un proceso que continúa y que va cambiando en el tiempo. Quizás también celebrar el solo el hecho de ser mujer, por qué no! (... sin negar de tantos casos para quienes ser mujer ha resultado una real desgracia!!...)
Si vamos al origen de esta fecha, de esta conmemoración (a fines del siglo XIX), sucede que está directamente relacionada con las demandas de las mujeres trabajadoras. Posteriormente en 1977 al parecer se oficializó cuando la Organización de las Naciones Unidas invitó a los países miembros a conmemorar este día y reconocer "las múltiples contribuciones de las mujeres a sus sociedades y a promover la toma de conciencia de la situación femenina y sus luchas por vivir en un mundo con menos violencia, menos discriminación y mayor igualdad en la distribución de las oportunidades".
Creo sin embargo que a la "celabración" de este día le falta quizás una real apropiación por parte de las mujeres. Así como a la mayoría de las políticas y medidas orientadas a las mujeres y a la "no-discriminación"-de la que tanto se habla y escucha en cuánto discurso hay- que siguen siendo en gran medida decisiones tomadas por hombres, dentro del marco de un sistema económico, político creado y manejado por varones, y que les interesa preservar.
Entonces resulta que hay un montón de temas que siguen quedando afuera, y hay una mirada que sigue quedando fuera. Aunque habrá quizás algunos grupos, colectivos de mujeres que por estas fechas estén participando de esto en un modo diferente, realmente propio...
Las estructuras patriarcales siguen prevaleciendo y están tan arraigadas como parte de nuestras vidas y concepciones de vida que ya hace bastante tiempo que nos hemos ido olvidado de tantas cosas y posibilidades de una vida diferente, como por ejemplo tan difícil se nos hace identificar y más aun valorar lo propiamente femenino, partiendo por nuestros propios cuerpos, nuestros partos... como nuestras cualidades profundas, nuestra olvidada sabiduría ancestral...
Nuestro mundo, nuestra cultura ha sido construido preferentemente por las decisiones de los hombres, y todo lo femenino, incluso todo lo que huela a mujer, ha sido relegado a un lugar inferior que habría a toda costa que dominar y hasta esconder (solo por dar un ejemplo: emociones y menstruaciones). En particular todas las tareas maternantes, protectoras, todo el trabajo que no está precisamente destinado a producir "mercancías"... no es ni siquiera desvalorizado pues en la mayoría de los casos no se le atribuye ningún valor en esta sociedad, quizás solo en el caso del día de la madre, que más bien contribuye a consevar el status quo, a movilizar la economía, convirtiendo a la madre en un estereotipo y en un objeto de consumo más...
Resulta que hoy, año 2008, a propósito del día internacional de la mujer la ONU llama a fortalecer a la mujer "como un factor de cambio social y económico". No creo que seamos un factor ni menos estoy de acuerdo en que se refieran a nosotras como un "objeto" sobre el cual conviene invertir. Por la hipotética obtención de dividendos sociales y económicos que estarían en el ojo del "otro". Siempre el otro...
Y todo esto, por cierto, tiene su correlato particular en la situación de las madres solteras, mamás solas, jefas de hogar... y sus consecuencias las está sufriendo la humanidad toda y el planeta en el que habita.
Pero bien, creo que así como en su origen este día lleva en sí la lucha y la fuerza de las mujeres trabajadoras que tuvieron la valentía de actuar en su momento (reciban mi homenaje y gratitud), así como ahieren a la causa cada vez más y diversos grupos de personas que son sensibles a las injusticias sociales, me parece importante aprovechar también la oportunidad para reflexionar sobre el ser mujer y sus significados, para quizás reunirnos con otras mujeres, para intentar encontrarse una misma y comprender, llegar a ser la mujer que somos. Hacer el ejercicio de mirarse en los ojos de la madre, de otras madres, de nuestras abuelas, de nuestras hijas... y quizás de a poco podemos ir recuperando algo de nuestra antigua y olvidada sabiduría, que va más allá de criterios económicos y políticos, que implica ensayar otra forma de comprensión, otros lenguajes... y de esta forma conectemos con ese saber que nos enseña que quizás no estamos realmente tan solas, que en cambio estamos eternamente unidas por algo más profundo y universal...