jueves, 6 de marzo de 2008

También nos dicen "Jefas de hogar"

Y aunque hay diversidad de situaciones, económicas, sociales, así como estados civiles y sentimentales, no por nada como "jefas de hogar" se nos vincula con vulnerabilidad y pobreza, somos tema de estudio, y en Chile se han creado programas especiales para protegernos. Claramente no es fácil asumir toda la responsabilidad de sostener un hogar, añadido el hecho de tener hijos a cargo... sin duda es un tema de interés SOCIAL sobre el cuál se debieran desarrollar más y mejores apoyos.

Los datos a continuación los saqué de acáEl 31, 5% de los hogares chilenos, según el último censo, está a cargo de una mujer. Este alto porcentaje habla de una dura realidad social. Muchas de estas mujeres han sido abandonadas por sus parejas, o son madres solteras o viudas, sin mayores recursos económicos, debiendo trabajar para mantener a sus familias, cumpliendo el rol de madre y padre a la vez.

Como vemos en la gráfica que las mujeres jefas de Hogar su estado civil no es precisamente el casada (se agrupan en conviviente, solteras, separadas y viudas), esa es la distribución de los jefes de hogar por estado civil (sin contar que el porcentaje de mujeres separadas que contestaron casadas por no tener regularizada la situación infla irrealmente el porcentaje de las casadas que allí aparecen).

En todas las áreas se aprecia la permanente paradoja entre los aportes económicos y familiares de las mujeres y las grandes carencias en participación y representación de sus intereses.

Esta contradicción queda más en evidencia en relación con las graves trabas para traducir las demandas de las mujeres en políticas efectivas de Estado que mejoren su condición y tiendan a modificar el sistema de género en el plano cultural.Es posible observar que a medida que la condición de las mujeres mejoran, ese espacio se desvaloriza.

La estructura y organización familiar en cambio, son áreas no bien cubiertas por la investigación, donde es factible encontrar fuertes negociaciones frente a los importantes cambios de vida de las mujeres y en las tensiones que su doble papel de trabajadora y dueña de casa impone sobre su tiempo, su capacidad física y su calidad de vida.