viernes, 8 de agosto de 2008

Madres solteras y parejas lesbianas desafían estereotipos de maternidad

Según estadísticas, la quinta parte de las mamás mexicanas no están casadas; muchas de ellas han decidido tener hijos sin la presencia de la figura paterna, aprovechando las nuevas tecnologías que les permiten alcanzar ese anhelo. Esto es una tendencia creciente que cambia el concepto tradicional de familia, afirman

Se llama Miriam Acosta. Es comerciante. Tiene inquietudes profesionales y es independiente económicamente. De carácter abierto, no rechaza el matrimonio, pero aún no conoce al hombre con el cual desee formar una familia. A los 35 años fue madre soltera. Hoy tiene una hija de un año de edad. Ha planeado su futuro basado en la independencia económica y personal; y en contraste, a veces su soledad la vuelve maniática y recelosa con sus cosas.

Es la cara y cruz de esta nueva faz urbana, o realidad social compuesta por madres solteras, que a la hora de tener un hijo quizás le propongan a su mejor amigo que sea proveedor de semen, o acudan a un donante anónimo en una clínica de fertilidad -como lo hizo Miriam, que procuró un donante mexicano, de tez blanca, alto, con un coeficiente intelectual elevado-, y que aproximadamente por 150 mil pesos -costo total del procedimiento- pudo ser madre.

Una nueva faz urbana

Suele afirmarse que el deseo de ser madre y formar una familia es inherente a la mujer; sin embargo, la estructura familiar tradicional -marido, esposa e hijos- ha sido sustituida paulatinamente por otros tipos de composición familiar, como son los hogares encabezados por jefas mujeres, así como mujeres solteras que han elegido tener hijos y criarlos solas; mujeres que se acercan a los 40 años de edad, divorciadas o solteras (preocupadas por su reloj biológico) y que por distintos motivos postergaron su maternidad.

También hay las mujeres que no están en pareja, pero que no quieren privarse de tener un hijo; mujeres solas que han podido acceder a la maternidad gracias a la aparición de nuevas tecnologías de reproducción asistida; y mujeres que marcan una tendencia que podría ir en aumento de la mano de cambios sociales y culturales de las últimas décadas.

En este sentido, cifras proporcionadas por el Consejo Nacional de Población (Conapo) indican que en México de los 25 millones de mujeres que tienen hijos vivos, casi 4.5 millones (la quinta parte) son madres solas.

Una de cada cinco mujeres de las generaciones jóvenes -menores de 30 años de edad- inicia su primer embarazo siendo soltera. A su vez, por lo menos la mitad de las mujeres en edad reproductiva en el país educan solas a sus hijos: 11 % por divorcio, 17% por viudez, 12 % por abandono del hombre, y el 60% restante por ser madres solteras.
Además, se estima que 80% de las mujeres que se someten a un procedimiento de inseminación asistida en México, son solteras y sin pareja que buscan un hijo a través de semen donado.

Posibles consecuencias

Ahora bien, ¿está en crisis la figura del padre? ¿Existen consecuencias frente a sociedades sin padre o padres ausentes?
Estadísticas oficiales recientes en Estados Unidos refieren que 90% de los hijos que huyeron de casa provenían de familias sin padre. Asimismo, 70 % de la criminalidad juvenil provenía de familias donde el padre está ausente, 85% de los jóvenes en prisión crecieron en familias sin padre, y 63% de los jóvenes suicidas tenían padres ausentes.

Para Alfredo Góngora Rodríguez, ginecólogo especialista en reproducción y director del Centro de Fertilidad Humana en México, es aconsejable que ninguna mujer tome el camino de la reproducción asistida (sin padre biológico) si no tiene una red afectiva sólida, pues deben ser muy fuertes para afrontar lo que implica ser madre soltera.
En este sentido, Silvia Luna Santos, subdirectora de Información del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), coincide al afirmar que el ser humano debería estar enmarcado dentro de un triángulo madre-padre-hijo, pues tanto la figura materna como la paterna son importantes.

Por lo tanto, agrega Luna, la decisión de lanzarse en solitario a la búsqueda de un hijo puede traer consecuencias no deseadas ante la omisión paterna, como lo son el sentimiento de abandono, desarraigo, inseguridad, añoranza y falta de identificación con la figura paterna.

"Familia de lesbianas, una realidad"

Madre hay una sola, pero a veces hay dos. Los centros médicos privados que aplican técnicas de reproducción asistida en México están registrando un incremento constante de solicitudes procedente de mujeres solteras sanas -algunas de las cuales se declaran abiertamente lesbianas- que procuran la inseminación artificial con semen de donante.

Son mujeres que recurren a los médicos solicitando el auxilio de la ciencia para lograr lo que, por ahora, la naturaleza les impedía: es decir, tener un hijo que llegará a una familia cuyos principales miembros son una mujer (que es su madre biológica), otra mujer (pareja sentimental de su madre) y un padre biológico surgido de la compra de semen a un banco de donantes.

"Aunque la familia lesbiana es una realidad, en México esa forma de configuración vincular aparece aún invisible y sin nombre, a pesar de que según datos del Centro de Fertilidad Humana en México, las homosexuales femeninas representan ya entre 20% y 30% de las solteras que demandan este procedimiento para concebir un hijo", comentan.

Para el doctor Góngora Rodríguez -también especialista en genética y reproducción-, no estamos frente a casos de hijos de madres lesbianas, sino únicamente se trata de una mujer que quiere tener un hijo, no tiene pareja masculina y entonces recurre a un banco de semen. Es decir, hay una madre biológica que puede ser lesbiana, un padre biológico que aporta el semen anónimo y otra mujer que sólo es pareja de la madre.

"Sabemos que muchas mujeres que se someten a inseminación dicen que son solteras, cuando en realidad tienen una pareja afectiva femenina. Esto último es así de ambiguo porque en nuestro país no existe regulación alguna respecto a los tratamientos de inseminación asistida específicamente en el caso de mujeres lesbianas. Además, cuando una mujer lesbiana se convierte en madre por inseminación alternativa, la madre biológica es reconocida dentro del sistema legal con todos los derechos de la maternidad (como madre soltera), pero la pareja de la madre no tendrá ningún derecho formal con respecto al hijo", advierte el especialista.

Vacío legal

El Código Penal del Distrito Federal y la Ley General de Salud únicamente especifican que podrán acceder a tratamientos de inseminación asistida las mujeres casadas previa autorización de su esposo, así como las mujeres solteras que sean mayores de edad y que se encuentren bien de sus facultades mentales; por lo tanto, hay un vacío legal en cuanto al tema de la maternidad homosexual.
Legalmente no hay nada que impida que una mujer lesbiana opte por una inseminación artificial; sin embargo, en nuestra sociedad aún son discriminadas las mujeres que tienen una orientación sexual diferente y que deciden ser madres por métodos "no naturales" como lo es embarazarse utilizando el esperma de un donante completamente anónimo, o de un donante que está de acuerdo con ser identificado cuando el niño llegue a ser adulto, o de un donante completamente conocido, por ejemplo un amigo y un pariente de la pareja.

Desde Indymedia Uruguay